Guatemala

Postales locales

Nada mas llegar a Guatemala nos desplazaremos a Chichicastenenago. En este pintoresco pueblito visitaremos un mercado local con mucho arraigo al que los locales acuden engalanados con sus coloridos vestidos tradicionales, sin duda uno de los mercados mas curiosos del mundo.

Después nos desplazaremos para conocer la caldera volcánica del lago Atitlán, uno de los parajes mas hermosos de Guatemala. El preciosos lago encarna una estampa de tranquilidad con las guas del lago y enmarcadas en la abrupta geografía volcánica de los alrededores. Exploraremos, en una de las memorias fotográficas del viaje, los pueblitos y alrededores de este paraje natural durante unos dias para luego emprender camino hacia el interior del pais.

En nuestro camino hacia el norte disfrutaremos de la reserva natural del bosque nuboso de Biotopo de Quetzal donde, si tenemos suerte, podremos ver este escurridiza ave, emblema de Guatemala y tal vez la mas bonita del planeta.

En nuestro camino hacia el norte nos remojaremos en un paraíso de aguas turquesas en Semuc Champey para luego adentrarnos en las profundidades de la tierra donde veremos el despertar de nubes infinitas de murciélagos pujando por ser primeros en su salida nocturna diaria.

Las ruinas mayas que esconde la selva

 Continuaremos nuestro camino hacia el norte y haremos una parada en Flores, una singular ciudad construida en una isla en el lago Petén Itzá. Visitaremos en barco el lago de aguas esmeralda, pasearemos por el camino que bordea la isla y disfrutaremos de sus encantadoras construcciones de madera y adobe pintadas de alegres colores.

Ya nos acercamos a la joya arqueológica del viaje.

Oculta en las vastas extensiones selváticas del norte se encuentran una de las ciudades más espectaculares del mundo maya, la deslumbrante Tikal: Esta ciudad, que surgió en el siglo VII a. C. y tuvo su máximo esplendor entre el 200 y el 900 d. C., es una de las ciudades mayas mejor conservadas. Hoy en día, ocultos entre la selva y acechados por los ensordecedores gritos de los monos aulladores, se pueden contemplar los enormes palacios y templos sobresaliendo por las altas copas de la selva.

Un auténtico viaje en el tiempo...

Nuestra próxima parada será el caribe Guatemalteco una mezcla de sabor africano, mestizo e indígena bañado por las aguas del mar.

Nos desplazaremos hasta la localidad de Río Dulce, a orillas del lago Izabal. Este río enlaza el Lago de Izabal con el Océano Atlántico y debido a su importante función como corredor biológico y a la gran biodiversidad que protege, ha sido declarado parque nacional. Los márgenes de este río ofrecen un espectacular paisaje de bosque tropical, cantos de aves y manatíes. Aprovecharemos para darnos un chapuzón en las aguas termales de la zona.

Del caribe a los volcanes

Continuamos nuestra travesía en barco, hasta llegar a Livingston, uno de esos destinos a los que cuesta llegar, pero que bien merecen la pena. Un enclave único en Guatemala, ya que en esa localidad convergen armoniosamente los garifunas, de raza negra y provenientes del caribe, con ladinos e indígenas. En sus calles las mujeres caminan como si fueran a una misa de domingo en Harlem y en los bares tan solo se escucha música reggae.... ¡no creerás que estás en Guatemala!

Realizaremos excursiones por los alrededores, como a la conocida catarata de Los Siete Altares o a alguna de las playas bañadas por el mar Caribe, encajonadas entre el mar y la selva.

Regresaremos para visitar Antigua Guatemala: la ciudad colonial mas bonita de América, esta ciudad fue antigua capital del país y conserva todo el encanto colonial además de un emplazamiento magnífico entre volcanes cubiertos de bosques. Hay numerosas actividades opcionales que servirán de broche de oro al viaje, desde subir al mirador del volcán Pacaya, donde se puede contemplar la lava discurrir por sus ladera o para los mas intrepidos, ascender al mas exigente Acatenengo en toda una ruta aventurera, a recorrer los alrededores de la ciudad en bicicleta, disfrutar de las vistas o relajarse y sentir la serenidad de la ciudad, paseando o visitando sus múltiples cafés regentados por antigüeños, gente abierta y culta.

Todo un abanico de opciones para despedirse de este increíble antes de emprender el camino de vuelta a casa.